RIDÍCULO

CONVERSABA CON UN AMIGO QUE ME DECÍA: AYER ME PROVOCÓ COMER SANDÍA. ASÍ QUE ME COMPRÉ UNA Y LA PUSE EN LA REFRI PARA QUE SE PONGA HELADITA. AL RATO ME COMÍ LA MITAD Y DEJÉ LA OTRA MITAD PARA MÁS TARDE. YO PENSABA: Y SÍ LO AGARRA UN TOMBO CON LA SANDÍA. LLEVÁNDOLA DEL MERCADO A LA CASA O LO QUE ES PEOR; COMIÉNDOSELA.
PODRÍA IR PRESO. AUNQUE LO MÁS PROBABLE ES QUE LO DEJEN IR POR PLATA. NO SIN ANTES HACERLO PASAR UNO DE LOS PEORES MOMENTOS DE SU VIDA. LLENO DE ANGUSTIA Y DESCONCIERTO. SOBRE TODO MIEDO. MIEDO DE IR PRESO AL PENAL DE LURIGANCHO; EL PEOR LUGAR DEL MUNDO.
TODO ESTO SÓLO POR DARSE EL GUSTO DE AGASAJARSE CON LAS BONDADES DE LOS PRODUCTOS DE LA NATURALEZA. Y LO PEOR ES QUE LA POLICIA Y LOS JUECES DICEN CREER EN DIOS. Y SI ELLOS TIENEN RAZÓN, Y DIOS REALMENTE EXISTE, FUE ÉL QUIEN PUSO ESTOS PRODUCTOS EN EL MUNDO PARA QUE NOSOTROS LOS DIFRUTÁRAMOS.
BUENO. IGUAL DE RIDÍCULO ES LO QUE SUCEDE CON LA MARIHUANA.
Y SI EN LA CORTE SE ME PIDE JURAR POR DIOS Y LA PATRIA, JUARARÉ SOLO POR LA PATRIA, PORQUE A ÉL HACE RATO QUE LO ESTÁN PUENTEANDO

Edwin Toshiba